jueves, 31 de enero de 2008
El poder de la Motivación
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El poder de la motivación (1)
Luis Arturo Quesada Oviedo
Las personas actúan por diferentes motivaciones. Si sabemos cuáles son y se asignan tareas en función a estas, aprovecharemos mejor los potenciales del personal en las compañías y aumentaremos su productividad.
Paralelo a la integración global que pretende la empresa para una acción más eficiente y competitiva, o como irreversible ajuste al medio con respecto al cambio económico, científico, tecnológico, político y organizacional, debe considerarse lo que corresponde al activo humano. Esto es así porque las personas están involucradas en forma directa con la compañía, además porque todo movimiento que realice la organización estará condicionado por el grado motivacional del trabajador, considerado desde su perspectiva individual y grupal.
El poder de la motivación son impulsos que nos hacen actuar; son mecanismos que parten desde nuestro fuero interno, que nos guían prácticamente hacia el exterior y nos retratan en un momento dado, produciendo una imagen muy acertada de nuestra verdadera personalidad. En algunas personas la acción citada es pasiva, en otras activa y dinámica, pero lo cierto es que dependiendo de la situación, de nuestro temperamento y carácter, así actuaremos.
Tipos de motivación
Si algo es complejo de administrar es el recurso humano, porque la incidencia en su comportamiento es fiel reflejo de sus motivaciones familiares, sociales y laborales.
Algunas veces usted se pregunta por qué el subalterno, compañero o jefe, cambia de “personalidad”. Ayer pasó y en forma alegre y amistosa, nos dio un saludo fraternal. Hoy entró a la oficina, sin darnos al menos los buenos días, incluso nos reprendió sin justificación alguna. Lo anterior tiene su explicación en el poder de la motivación. A manera de ejemplo, la primera vez probablemente pasó un día o noche anterior muy amena, tranquila y sin dificultades. En la segunda, es probable que tuviera un disgusto en el hogar, que haya tenido un accidente, una preocupación muy fuerte, un conflicto con un amigo o vecino, etc.
Estudios profundos, han establecido diversas motivaciones (necesidades) que actúan como fuerzas de impulsos, que incluso mantienen o modifican nuestro temperamento y nuestro carácter. No obstante, se ha observado que las más frecuentes en el medio ambiente laboral son las siguientes:
1.- motivación por logro2.- motivación por competencia3.- motivación por afiliación4.- motivación por autorrealización5.- motivación por poder
Estos cinco poderes motivacionales son factibles de maximizar en el campo organizacional, siempre y cuando se ejerza un liderazgo efectivo por parte de los mandos medios, superiores y de alto nivel.
Todos los individuos las tenemos, unas con mayor intensidad que otras, pero normalmente, ellas inciden en la productividad organizacional. Son variables independientes que afectan la calidad del trabajo, los resultados obtenidos, y el aporte que cualquier individuo está dispuesto a ofrecer a la empresa donde trabaja.
Para tener una mejor panorámica de ellas a continuación haremos un resumen.
Motivación por logro
“La motivación por logro es un impulso por vencer desafíos, avanzar y crecer”. Por ejemplo, si a un individuo en su familia, escuela, iglesia, amigos y libros le hacían hincapié en el logro personal, su actitud hacia la vida tendía a ser familiar. Si recalcaban las amistades y la afiliación, las motivaciones estaban dominadas por las actitudes sociales.
También se ha comprobado que los países que cuentan con un mayor número de personas motivadas hacia el logro personal, tienden a manifestar un desarrollo económico y social más rápido. Este tipo de motivación conduce a metas e impulsos más elevados, ya que las personas trabajan mejor y alcanzan adelantos más sobresalientes.
La gente orientada hacia los logros personales busca el triunfo “per se”. No experimenta una “sed de dinero” particularmente fuerte, aunque puede adquirir riquezas en su esfuerzo por alcanzar el triunfo. Trabaja gracias a su deseo de vencer obstáculos, alcanzar metas y ser útiles a otros.
Motivación por competencia
“La motivación por competencia es un impulso para realizar un trabajo de gran calidad”. Los empleados que siguen esta motivación se esfuerzan por obtener un gran dominio de su trabajo y crecimiento profesional. Generalmente buscan realizar buenos trabajos debido a la satisfacción interna que obtienen de ello. Al realizar una tarea excelente, perciben una profunda satisfacción interior por su triunfo.
Las personas motivadas por la competencia esperan también que sus colaboradores desarrollen trabajos de gran calidad, y suelen impacientarse cuando estos realizan trabajos deficientes. De hecho, su impulso por el trabajo bien realizado puede ser tan grande que tienden a hacer caso omiso de la importancia de las relaciones humanas en el empleo.
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1.3: Motivación:
“Los diamantes son trozos de carbón apegados a su trabajo”
Malcom Forbes
Pero ¿qué es lo que hace que unos trozos de carbón se apeguen a su trabajo y otros no?
La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos marcado.
Esa fuerza está directamente relacionada con las actitudes, porque son mis valores, actitudes y opiniones los que me dictan lo que necesito en cada momento y lo que es importante y lo que no lo es o, dicho de otro modo, si estoy dispuesto a hacer el esfuerzo de salir de casa para ir al cine es porque “ir al cine” es algo que considero atrayente, valioso, dentro de mis posibilidades, etc.
La aparición de esa “fuerza que nos lleva a realizar actividades” se crea como resultado de la conjunción entre mis valores y actitudes y mis circunstancias exteriores (de poco sirve que me guste el cine si vivo a 1.000 Km del cine más cercano) Desde este punto de vista las actitudes no son lo mismo que la motivación pero si son la base de la motivación.
Con frecuencia se distingue entre motivación externa y motivación interna. Se define la motivación externa como aquella provocada por un estímulo del entorno. Por ejemplo, un aumento de salario me puede animar a trabajar más. Por el contrario la motivación interna sería la que surge de mí mismo, sin necesidad de ningún estímulo externo.
Pero para que algo del mundo exterior me motive primero tengo que calificarlo yo como atrayente, y esa calificación va a depender de mis actitudes. A su vez esas actitudes no salen de la nada, son el resultado de mis experiencias, por lo tanto, de mi contacto con el mundo exterior.
Lo que quiere decir que, en mi opinión, esa distinción no tiene mucho sentido. La palabra “motivación” esconde un proceso que es el resultado de la interacción entre mi “yo” y mi entorno, entre mis actitudes, mi manera de ver el mundo y el mundo exterior. Ese proceso siempre parte de mí (siempre es motivación interna), pero depende de lo que haya fuera (siempre es motivación externa) Ese proceso no está dentro ni fuera, sino que es el resultado de la relación que se crea entre ambas partes.
En la danza entre tú y yo no soy yo ni eres tú lo que determina mi motivación, soy yo - contigo, es el sistema que creamos entre los dos lo que determina el proceso de motivación.
Motivar a los demás
Una de las aspiraciones más comunes entre los que trabajan con otra gente, como por ejemplo, los profesores, es la de ser capaces de motivar a las personas con las que trabajan. Además, la sensación de fracaso en esa aspiración con frecuencia conlleva fuertes sensaciones de culpa y la disminución de la auto-estima (no soy capaz de motivar a mis alumnos, por lo tanto soy un mal profesor)
Pero para poder motivar a los demás primero necesitamos entender lo que eso supone. Repasemos:
a) La motivación es un proceso dinámico, en continuo cambio, que surge como resultado del encuentro entre
b) De los dos elementos, el que inclina la balanza en un sentido u en otro son “mis actitudes”. El mismo entorno será juzgado y valorado de distinta manera por individuos con actitudes diferentes.
c) Motivar a los demás consiste en crear una situación en la que le ofrezcamos algo valioso al otro en función de su mapa actitudinal.
Eso presupone:
1) conocer al otro, saber lo que valora.
Un alumno al que le gusten los retos reaccionará con interés ante un ejercicio difícil, mientras que la misma actividad puede retraer al alumno al que lo que le gusta es sentirse seguro. Motivar al otro implica conocerle, prestarle atención, desarrollar nuestra percepción y nuestra capacidad de empatía. En suma aprender a ser receptivos.
Con frecuencia se asocia la capacidad de motivar al otro con la “acción”, pero la motivación empieza con la no-acción, con la observación y el respeto al otro.
2) poder actuar sobre alguno de los dos elementos.
Cuando el entorno ofrece las cosas que valoramos no hace falta que nadie nos motive. El alumno al que le gusta el colegio y que disfruta sacando buenas notas no necesita de ninguna intervención por mi parte, pero cuando esto no es así puedo intentar la intervención directa para cambiar el entorno. Por ejemplo, en el caso de un alumno al que le resulta muy importante tener buenas notas se le puede ofrecer puntos a cambio de trabajo.
Cuando se tiene poder para hacerlo, cambiar los estímulos externos es la forma más rápida de conseguir resultados. El problema es que con frecuencia nos vamos a encontrar con que no tenemos poder para cambiar el entorno de manera adecuada.
Si tengo un alumno al que lo único que le interesa es ponerse a trabajar y la ley le obliga a permanecer en un el colegio contra su voluntad, no está en mis manos ofrecerle un trabajo ni liberarle del colegio. Cómo tampoco puedo cambiar el currículo para adaptarlo a los gustos y necesidades de alumnos concretos. Picasso se negaba a hacer nada que no estuviese relacionado con el dibujo y, naturalmente, él fracasó en el colegio y el colegio fracasó con él. Ese fracaso (y otros muchos parecidos y bien documentados de personajes famosos) no dice nada de las aptitudes de Picasso y sí mucho de nuestro sistema escolar y sus deficiencias.
Cuando no podemos cambiar el entorno para adecuarlo a las actitudes del otro el único elemento sobre el que podemos trabajar son sus actitudes. En esos casos intentar motivar al otro quiere decir intentar hacerle cambiar en su manera de pensar y de entender el mundo para que valore lo que el entorno le ofrece.
En el caso de Picasso hubiera supuesto enseñarle a valorar otros logros por encima de la pintura. Planteárselo así ayuda a tomar conciencia de la enormidad de la tarea que nos proponemos como objetivo cuando decimos algo, tan sencillo aparentemente, como “me gustaría ser capaz de motivar a mis alumnos”.
Esto no quiere decir que motivar al otro sea imposible, pero si que tener éxito en esa tarea y cambiar o ayudar a cambiar la forma de entender el mundo del otro pasa por tener en cuenta los principios básicos de las actitudes y utilizarlos como punto de partida para trabajar las actitudes de forma efectiva.
1.2: Proyecto de Vida
Como elaborar un proyecto de vida
Pasos hacia el proyecto de vida
Posiciograma
Tipología
Referencias
Existir significa, potencialmente, construir proyectos en los que el hombre despliega sus ptitudes y recursos. Anticipa un futuro en el que la meta de la autorrealización despierta y sostiene ese despliegue.
Dichos proyectos giran de modo especialmente destacado en torno de dos grandes cuestiones, el amor y el trabajo.
Para que el hombre pueda construir su proyecto de vida, debe cumplir con ciertas condiciones básicas, de tal suerte que asegure la conservación y el desarrollo de sus potencialidades. Esas condiciones surgen de la interacción hombre-mundo.
Este trabajo intentará comprender la temática desde una mirada sistémica que integre la unidad estructural persona-contexto. De lo contrario nos parcializaríamos y correríamos el riesgo de disociar aquello que se da como totalidad.
El otro parámetro utilizado para el análisis ha sido el considerar el proyecto de vida como "construcción", es decir, el proyecto no sería algo dado o recibido como transmisión o herencia en un individuo pasivo en la recepción, sino que resultaría más conveniente comprenderlo como el ir siendo el hombre en su ser.
El análisis del modo en que los proyectos de vida van siendo construidos, así como la consideración de los rasgos fundamentales de las variaciones en tal estructuración, dará lugar a una clasificación de tipos de proyectos vitales.
A continuación, se presentan los aspectos a considerar y los pasos a seguir, en la estructuración de un proyecto de vida
La elaboración de un proyecto de vida, debe considerar aspectos tales como: el entorno y conocimiento de la persona; la búsqueda de información para satisfacer las inquietudes y posibilidades que nos rodean para alcanzar las metas propuestas; y la flexibilidad, que no debe faltar, pues los seres humanos poseen múltiples intereses, habilidades y la capacidad de rectificar, además los resultados no dependen sólo de la persona.
Al definir un proyecto de vida las personas podrán defender lo que piensan, sus intereses y formarse un carácter menos vulnerable al medio.
1. El punto de partida Mi situación
Mis fortalezas.
Mis debilidades.
2. Autobiografía
¿Quiénes han sido las personas que han tenido mayor influencia en mi vida y de qué manera?
¿Cuáles han sido mis intereses desde la edad temprana?
¿Cuáles han sido los acontecimientos que han influido en forma decisiva en lo que soy ahora?
¿Cuáles han sido en mi vida los principales éxitos y fracasos?
¿Cuáles han sido mis decisiones más significativas?
3. Rasgos de mi personalidad
Enuncie 5 aspectos que más le gustan y 5 que no le gustan con relación a:
Aspecto físico
Relaciones sociales
Vida espiritual
Vida emocional
Aspectos intelectuales
Aspectos vocacionales
4. Quién soy
¿Cuáles son las condiciones obstaculizadoras o inhibidoras para mi desarrollo (tanto personales como las existentes en el medio).
Organice la información obtenida teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Es posible el cambio
Es factible el desarrollo
No es posible cambiar (justificar porque no)
¿Cuál será el plan de acción a seguir?
5. ¿Quién seré? Convertir sueños en realidad
¿Cuáles son mis sueños?
¿Cuáles son las realidades que favorecen mis sueños?
¿Cómo puedo superar los impedimentos que la realidad me plantea para realizar mis sueños? ¿Cómo puede potenciar o enriquecer mis condiciones facilitaras? ¿Cómo puedo enfrentar las condiciones obstaculizadoras?
¿Cómo sé que logré realizar lo que quería? ¿Cuáles serán las soluciones? ¿Cuáles serán las acciones derivadas a seguir?
6. Mi programa de vida
El propósito de mi vida. es...
Analizo mi realidad para realizar el plan de acción: ¿Cuál es mi realidad? ¿Qué tengo? ¿Qué necesito? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué voy a hacer?
PASOS HACIA EL PROYECTO DE VIDA
RECONOCER EL TERRENO
OBJETIVO :
PUNTO DE PARTIDA:
El punto de partida no será, como algunos podrían pensar la contemplación de realidades ajenas a nuestra propia vida. Al iniciar la temática partiremos del momento de la vida en el que ustedes se encuentran. Este momento tiene dos características fundamentales.
En primer lugar la edad. La adolescencia o primera juventud es trascendental en la vida del hombre. Es ahora cuando el crecimiento se manifiesta mas palpablemente. Este es el momento crucial en que, por así decirlo, se están haciendo hombres. Están experimentando cambios en el cuerpo, en la mente, en el corazón, en la conciencia, en todo el ser, que indica a las claras que el niño de ayer va dando paso al adulto de mañana. Se hayan en una edad de transición, en la etapa que va dejando atrás a la niñez y que va acercando a la madurez.
Al nacer recibieron el ser de sus padres. Pero ahora sienten una nueva vida en ustedes. Hoy el ímpetu de la inteligencia, de la libertad, de los instintos, de los sentimientos, del amor reclama la propiedad y la responsabilidad de vida en sus comienzos a sus progenitores. Se encuentran en la búsqueda de una personalidad atractiva y definida. Pero esta edad , bella y trascendental, es a su vez difícil, pues los cambios son frecuentemente tan rápidos y profundos que llegan no pocas veces a crear situaciones conflictivas e imaginables.
La segunda característica de este momento de la vida es estar estudiando, esto añade a la característica anterior la edad, una nota importante: en este tiempo tienen ustedes que tomar decisiones, muchas de las cuales pueden marcar o determinar definitivamente sus vidas.
En conclusión, en el momento actual sienten que deben tomar la vida en sus propias manos, proyectarla hacia delante y tomar serias decisiones y a cada uno pueden surgirle las preguntas: ¿Qué hago yo con mi vida?, ¿Qué hago yo después de salir de estudiar?.
Estas preguntas pueden crearles inseguridad, precisamente porque las respuestas pueden ser múltiples. Es como si se fueran acercando a una glorieta de donde parten muchos caminos : el del trabajo o el de la inactividad. Y dentro de la escuela, del trabajo o del estado de vida las posibilidades para cada uno son muchas : ¿A que actividad me dedico?, ¿Qué estado de vida escojo?.
Pero hay una pregunta fundamental para este momento en el que tienen que tomar tantas decisiones: ¿Sobre que valores, actitudes o comportamientos voy a apoyar mi vida?, ¿Sobre el egoísmo?, ¿el individualismo?, ¿ el placer?, ¿el dinero?, ¿la explotación de los otros?, ¿el libertinaje? o ¿sobre el servicio?, ¿el amor?, ¿la justicia?,. ¿la sencillez?. La respuesta no es sencilla. Decidir no es fácil.
Según el tipo de respuestas que escojan, va a ser el sentido de sus vidas. Existen numerosas personas que habiendo podido conducir su vida por una autopista, la echaron por una carretera de piedras. Es lamentable caminar sufriendo golpes cuando de la mano de uno estuvo el evitarlos. Y lo malo es que a cierta edad es muy difícil echar para atrás. A veces hasta la reversa se estropea.
Un proyecto de vida es tan fundamental como para un ingeniero los planos sobre los que va a construir un edificio o un puente. Una obra de este tipo sin un proyecto esta amenazada de ruina. Por esos para un ingeniero el momento más importante es aquel en que se retira para idear el proyecto que hará realidad su obra. Lo demás, contratar trabajadores, conseguir materiales o colocar ladrillos, es relativamente fácil. Es en la existencia humana, como la ingeniería, es fundamental un proyecto de vida. Si ustedes tienen la curiosidad de preguntar a la gente de la calle porque vive o si está contenta con lo que está haciendo, un alto porcentaje después de recuperarse de la sorpresa de haberse planteado por primera vez estas preguntas, responderá negativamente. Así está de mal el mundo, en la familia, en el trabajo, en la vida social y política. ¿quién de ustedes desearía vivir en un edificio donde el 70% de los ladrillos, vigas, pilares, etc. Estuvieran mal colocados?. Estaría loco. Por eso nuestra sociedad está de psiquiatra. Existe mucha gente decepcionada, angustiada, triste, desesperanzada. Carece de un sentido de la existencia. Y cuando esto ocurre, es como naufragar en el océano a la deriva.
Llamamos proyecto al conjunto de valores, actitudes, y comportamientos que debe poner el hombre para que su vida tenga una orientación y un sentido autentico.
RECONOCER EL TERRENO :
Antes de diseñar el proyecto, es necesario dar un paso previo: reconocer el terreno. No es lo mismo edificar una casa sobre arena o tierra movediza que sobre piedra, o sobre un terreno plano que sobre un terreno quebrado.
Lo primero que tenemos que hacer es reconocer nuestro propio terreno. Esto es, preguntarnos : ¿quién soy yo?, ¿cómo estoy yo?. Las respuestas a estas preguntas les deben iluminar y ofrecer las bases para su propio proyecto de vida.
Primer paso: como en la figura se señalan dos fechas separadas la de tu nacimiento y la del día de hoy . Piensa en el momento presente : hoy tu tienes una personalidad determinada que no ha sido conformada por fuerza del destino o del azahar . Tu eres fruto de una serie de factores que a lo largo de los años ha ido modelando tu personalidad. Vas a mirar retrospectivamente tu vida y tomarás conciencia de esos dos factores aun de los más remotos y vas a tomar nota de cómo han influido o están influyendo en la formación de tu personalidad.
Primer factor : Herencia genética : . Tu sexo, tu color, tu salud, tu estatura, tu peso, tu apariencia, externa, tu inteligencia. ¿Aceptas todo esto?. ¿Te han creado baja autoestima?.
Segundo factor: Personas : Tus padres y demás familiares, profesores, amigos (as), novios (as), ídolos del cine, de la televisión, del deporte. Su ejemplo, su forma de actuar o de pensar ¿cómo están influyendo o como han influido en ti?.
Tercer factor: Ambientes : Tu ambiente familiar, social, escolar o geográfico. ¿Cómo influyen o han influido en ti el dinero o la pobreza, la competencia o el individualismo, las apariencias sociales, los patrones sociales y culturales impuestos por tus mayores o por los medios de comunicación y la propaganda, un hogar mal o bien constituido.
Cuarto factor: Acontecimientos : hechos trascendentales que hayan influido o que estén influyendo en tu vida como la muerte de un ser querido, el nacimiento de un hermano, una quiebra económica, un accidente, un fracaso escolar, una separación familiar, un cambio de ciudad, barrio o de colegio.
Quinto factor: Experiencias : en el campo familiar, escolar, social, afectivo, sexual, éxitos, fracasos, desilusiones, etc.
Segundo paso: imagínate que recibes una carta de un joven de un país lejano que te ofrece su amistad, en su carta de hace una pregunta: ¿cómo eres tu?. Tu debes responderle de una manera sincera y precisa.
Tercer paso: vas a tratar de describir tu problemática personal. En el grafico tienes las áreas básicas de tu vida. Sobre una valoración de 10 vas a sombrear cada columna. Por ejemplo, en familia estimas que debes colocarte en la posición positiva de 8; esto significa que tienes una posición negativa de 2 en este caso traza una línea horizontal en el 8 de la parte superior y otra en el 2 de la parte inferior. Procura analizar el cuadro, relaciona un área con otra y pregúntate sobre las posibles causas de tu problemática.
¿Cómo estás...?
OBJETIVO :
Brindar nuevos elementos de conocimiento personal, provocando el cuestionamiento de los valores, actitudes y comportamientos personales; y advertir que la vida de cada uno fácilmente puede correr según uno de esos proyectos.
Se presentarán diez proyectos en caricatura, no es una fotografía, es una copia fiel de la realidad, le pondremos el nombre del animal con el que guarda más relación.
PRIMER PROYECTO: EL HOMBRE PAVO
Como el pavo real, de cabeza pequeña y plumaje exuberante, es el prototipo de la vanidad. Su anhelo es lucir, vive pendiente de su figura esclavo de la moda y de las apariencias, narcisista. Guarda la secreta preocupación de llamar la atención de los demás. Es incapaz de entregar el corazón y de experimentar el autentico amor. Sus raíces son la soledad y la tristeza de no poder amar.
SEGUNDO PROYECTO: EL HOMBRE TIGRE
Su proyecto de vida se funda en dominar. Es el hombre agrio, hiriente, violento, que va sembrando el dolor y la desolación a su alrededor. La crítica, el chisme, la venganza, si es necesaria, son las armas que emplea para destruir a su enemigo.
No soporta una contradicción o una frustración, responde con ira. Coloca la personalidad en la fuerza física o en la contundencia de los argumentos. En el impera la ley de la selva. Intransigente, dominante, autoritario, celoso, acaparador y posesivo en el campo del amor. Hunde a los otros para sobresalir él. Competidor, envidioso, se entristece con el bien ajeno, no presta favores.
TERCER PROYECTO: EL HOMBRE ESCARABAJO
Su proyecto de vida está impulsado por el gozar. Su ideal es el placer por el placer. Tremendamente primitivo y guiado por los instintos. Vive en función de las sensaciones y de la comodidad. Al sacrificio o a lo que lo mortifica responder con el pataleo del niño malcriado .
Su vida instintiva no tiene control ni disciplina de ninguna clase. Amigo de la vida muelle y del confort. Puede convertir el licor, el juego o cualquier otro vicio en los recursos ordinarios de su afán de buen vivir. Para el amor se identifica con la sensación placentera o con la excitación corporal del momento. Busca saciarse enfermizamente en lecturas, conversaciones, chistes, revistas . ES el hombre del " morbo" y del doble sentido.
CUARTO PROYECTO: EL HOMBRE BORREGO
QUINTO PROYECTO: EL HOMBRE MARIPOSA
Es el hombre que no opina, que no sale en defensa de los derechos de nadie, que no separa a los que pelean, que nunca se siente aludido cuando piden colaboración. Para él todo eso es complicación. Es el "ciudadano Pilatos" que se lava las manos a la hora de los problemas. Es el testigo que en momento de declarar la verdad calla cobardemente o el juez que pretende hacer justicia con componendas inútiles.
SEXTO PROYECTO: EL HOMBRE CARACOL
Es el que dice frecuentemente: "allá cada cual con su problema; a mí que me dejen en paz", o el que coloca en la puerta de su habitación el rotulo de ocupado. Su aislamiento lo disimula con la lectura o con alguna otra actividad solitaria. Cobarde para enfrentar los problemas, se envuelve en sus caparazón en espera de que éstos se alejen. Dado a todo tipo de evasiones.
SÉPTIMO PROYECTO: EL HOMBRE ZÁNGANO
Su proyecto de vida consiste en vivir sin trabajar. Lo domina la ley del menor esfuerzo. Ve la forma de aprovecharse de los demás para vivir de gorra. A la puerta del colegio o de la universidad y con una disculpa en los labios al compañero incauto espera para copiar sus tareas.
El hombre parásito que no produce nada y que vive a costa del esfuerzo y del trabajo de los demás. En el estudio repite mecánicamente, como una grabadora, lo que dicen los libros o el profesor. El que anhela vivir de las rentas. El hijo de "papi". El que se sorprende frecuentemente con este pensamiento: " mis padres trabajaron tanto, que yo nací cansado". El perezoso, desprogramado y perdedor del tiempo.
OCTAVO PROYECTO: EL HOMBRE PULPO
No se sitúa en el grupo que más le convence, sino en el que más le conviene. Cambia de camisa o de color como el camaleón. Es oportunista, "cepillero", calculador, "lagarto" sagaz y amigo de las influencias y de las "corbatas". Celoso de mantener privilegio y defensor acérrimo de las leyes, a las que interpreta y acomoda a su antojo, aun cuando éstas atenten contra los derechos fundamentales de la mayoría.
NOVENO PROYECTO: EL HOMBRE ERIZO
Su proyecto de vida se apoya sobre un principio mil veces repetido: la vida no tiene sentido. La existencia la arrastra con pesadez, pues de antemano sabe que no vale la pena vivirla. Negativo y pesimista ve siempre el lado malo de la realidad, quejumbroso, vive comparándose con los demás para concluir que su vida es la más desgraciada.
Como el erizo, para todo saca sus espinas como el mejor mecanismo de defender su encastillamiento. Ve enemigos por todas partes. En cada palabra o gesto descubre un doble sentido que inmediatamente se apropia. Resentido, desconfiado, se aleja sistemáticamente de sus semejantes, con morbosa satisfacción colecciona sagradamente los agravios recibidos y con rencor trama la venganza o el desquite. Su conciencia se ve envuelta en prejuicios, discriminaciones y barreras que lo separan de los demás. Es dado a la agresividad y a las explosiones violentas.
DÉCIMO PROYECTO: EL HOMBRE RICO McPATO
Su proyecto de vida gira en torno al dinero, como hoy existe verdadera obsesión por el dinero, el hombre Rico MacPato presenta una gran variedad de caras. Una de ellas es la de hombre que solo piensa en enriquecerse y en atesorar. El dinero es su ideal supremo. No concibe la actividad o relación humana que no haya de ser lucrativa. Paga salarios de hambre y al trabajador lo trata peor que a un animal o a una maquina.
Su corazón está metalizado y solamente vive y piensa en función del dinero. Amigo de los lujos y de los derroches innecesarios, despilfarra en viajes, en un estilo de vida suntuoso, que refuerza su imagen de poderoso y de rico. Tiene una visión individualista del sistema social. Para él la propiedad privada es un derecho divino, absoluto o inalienable. Mira con desconfianza y desprecio a los empobrecidos, que en cualquier momento, podrían constituirse en los más peligrosos enemigos de su fortuna. Con visión ingenua califica la riqueza como el trofeo de una inteligencia audaz o de una personalidad trabajadora, y a la pobreza como hija del vicio , la pereza o a la mala administración.
Se hace una reflexión personal, a la cual los participantes se deben preguntar a si mismos si se ven retratados en rasgos de los distintos animales. Numera de uno a diez los diferentes animales, según el orden del parecido contigo, en que momentos de tu vida se manifiestas rasgos o comportamientos de tus tres primeros animales, ¿por qué?. Si tu vida continua así como va ¿con que tipo de animal te identificarás dentro de diez años, porque?.
D’Angelo Hernández (2.000). Proyecto de vida como categoría básica de interpretación de la identidad invididual y social. Revista Cubana de Psicología. Vo. 17 N°. 3.
William B. Wrther, Jr. y Heith Davis Ed. Mc Graw Hill, Administración de personal y recursos humanos. (2.000).
George L. Morrisey. Prentice Hall Planeando con Morrisey (1996).
Luque, F (1.988). Un proyecto de vida. Bogotá : Indo – American Press Service.
Trabajo enviado por:
Ana Judith Quevedo Barragán
anajudithq[arroba]optonline.net
Psicóloga
Bogotá, Colombia
UNIDAD 1: Manejo Personal para un Aprendizaje Efectivo
Dejo con ustedes algunas lecturas correspondientes al objetivo de la unidad 1.
1.1.- Manejo Personal.
1.2.- Proyecto de vida.
1.3.- Motivación al logro y sus componentes.
1.4.- Inteligencia Emocional.
1.1 Autoconcepto O autoimagen
Es la representación que la persona tiene de sí misma. Son las creencias que cada persona tiene sobre sus características : a nivel físico, psicológico, intelectual, social, afectivo
Dicen que en cada persona podemos encontrar tres persones:
1.la que creemos que somos = autoconcepto 2. la que los otros creen que somos 3. la que somos realmente = autoconocimiento
"AUTOCONCEPTO (Una parte importante de la autoestima) ¿Qué es el autoconcepto?. Es el concepto que tenemos de nosotros mismos. ¿De qué depende?.
-
Nivel cognitivo - intelectual: constituye las ideas, opiniones, creencias, percepciones y el procesamiento de la información exterior. Basamos nuestro autoconcepto en experiencias pasadas, creencias y convencimiento sobre nuestra persona.
-
Nivel emocional afectivo: es un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales. Implica un sentimiento de lo agradable o desagradable que vemos en nosotros.
-
Nivel conductual: es la decisión de actuar, de llevar a la práctica un comportamiento consecuente. Los factores que determinan el autoconcepto son los siguientes:
*
La actitud o motivación: es la tendencia a reaccionar frente a una situación tras evaluarla positiva o negativa. Es la causa que impulsa a actuar, por tanto, será importante plantearse los porqués de nuestras acciones, para no dejarnos llevar simplemente por la inercia o la ansiedad.
*
El esquema corporal: supone la idea que tenemos de nuestro cuerpo a partir de las sensaciones y estímulos. Esta imagen está muy relacionada e influenciada por las relaciones sociales, las modas, complejos o sentimientos hacia nosotros mismos.
*
Las aptitudes: son las capacidades que posee una persona para realizar algo adecuadamente (inteligencia, razonamiento, habilidades, etc.).
*
Valoración externa: es la consideración o apreciación que hacen las demás personas sobre nosotros. Son los refuerzos sociales, halagos, contacto físico, expresiones gestuales, reconocimiento social, etc. "
Comenzaremos por definir brevemente ambos conceptos, a continuación veremos la relación que tiene el autoconcepto con la autoestima, ya que ambas están profundamente ligadas, después veremos cómo se ha podido formar ese criterio sobre nosotros mismos y, dado que es una web de autoayuda para mejorar tu vida, consideraremos la mejor forma de realizar los cambios que te favorezcan.
¿Qué es el autoconcepto?
El autoconcepto es la suma de creencias de un individuo sobre sus cualidades personales, es decir “que sabemos (o creemos saber) de nosotros mismos”. Este concepto de sí mismo lo vamos formando a lo largo de nuestra vida, por ejemplo vamos interpretando nuestras emociones y nuestra conducta y la comparamos con la del otro ¿es igual o diferente?
¿Qué es la autoestima?
Una vez formado un autoconcepto coherente, construimos nuestra autoestima, es decir: “cómo nos sentimos con nosotros mismos”. Según nuestro autoconcepto podemos sentir desde que no valemos nada, lo que implica insatisfacción, rechazo y desprecio de sí mismo, hasta una alta autoestima que expresa un sentimiento de que uno es “suficientemente bueno”, o que somos los mejores.
La autoestima está determinada por el concepto que tenemos de nuestro yo físico, el ético o moral, el personal, el familiar el social, la identidad, la autoaceptación, el comportamiento y la autocrítica (Fitts, 1965).
Una autoimpresión coherente se forma con estos dos componentes: del concepto que tenemos sobre nosotros (lo que sabemos de nosotros mismos) y de la autoestima (cómo nos sentimos con nosotros mismos). Esta visión de nuestro yo no es inamovible, sino que está en constante cambio y desarrollo dependiendo de nuestra experiencia, de las circunstancias de la vida y del contexto social en el que nos movemos.
Desde épocas antiguas, ya los filósofos griegos recomendaban “conócete a ti mismo”. Porque podemos sentir que somos tímidos o lanzados, inteligentes o tontos, atractivos o no, etc. pero ¿de dónde hemos sacado esas conclusiones sobre nosotros mismos? Veremos más adelante cómo creamos nuestra impresión del yo, cómo llegamos a creer saber cómo somos y cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos.
Revisar cómo somos en realidad es importante, una que una vez hemos establecido nuestro “yo”, todos nuestros pensamientos, sentimientos y conductas tienden a corroborar este criterio formado, y nos resistimos a la información que lo contradice.
Formamos el criterio sobre nosotros mismos a través de cómo interpretamos nuestras acciones y sobre todo en la infancia, de cómo las interpretan los demás, como piensan y sienten sobre lo que hacemos, y en la infancia influyen en especial nuestros padres a formarnos el criterio sobre nosotros.
Pongamos un ejemplo: si nuestro padre/madre/maestro ante un suspenso en matemáticas nos dijo de pequeños:
“Es extraño porque tú eres muy bueno en matemáticas, quizás dedicaste poco tiempo” nuestro pensamiento confirmará “soy muy bueno en matemáticas, dedicaré más tiempo”
Pero si su respuesta es “Es que a ti te cuestan mucho las matemáticas”, nuestro pensamiento confirmará “no valgo para las matemáticas, no merece la pena esforzarme” Y de esta forma creemos que valemos o no valemos para tal o cual cosa, que somos valientes, vergonzosos, etc.
No es únicamente lo que nos dicen, sino los sentimientos que nos transmiten sobre nuestras capacidades y forma de ser lo que nos ayuda a ir formando un criterio de cómo creemos que somos.
Pero a veces tenemos contradicciones. A través de nuestra conducta y también comparándonos con los demás para medir cómo somos, por ejemplo pensamos:
Si salgo con frecuencia con amigos creo que soy extrovertido.
Pero siento timidez, entonces es que soy tímido.
Con mi familia soy extrovertido, pero con las chicas soy tímido
¿Cómo soy realmente?
Nos vemos a nosotros mismos adoptando una serie de roles diferentes: con la familia, con los amigos, en el trabajo… y vemos que nos comportamos de forma diferente ¿porqué? Pues en muchas ocasiones nos comportamos repitiendo el “papel” que se espera de nosotros, en otras procedemos con mayor libertad y somos más nosotros mismos.
Hacerlo solos no es una tarea fácil, ya que algunos de nuestros comportamientos están muy fuertemente arraigados en nuestro cerebro, pero podemos intentarlo siguiendo estas pautas:
Detección. Cuando nos encontramos en una determinada situación que nos resulta incómoda, es que ahí hay un problema.
Análisis. Piensa qué te ha pasado, porque has reaccionado así, que hubieras podido hacer para sentirte más a gusto con tu conducta, y porque crees que no lo has hecho.
Acción. La próxima vez, intenta comportarte de la forma que te hubiera hecho sentir bien.
Si no lo consigues con facilidad, no seas duro contigo mismo. Piensa que toda la información que hemos ido recibiendo desde pequeños se ha ido gravando de forma física a nivel bioquímico en nuestro cerebro -es algo constatado por la neurociencia a través de investigaciones y utilización de medios como las tomografías cerebrales- y es por lo tanto un aprendizaje difícil sin la ayuda de un terapeuta que utilice técnicas adecuadas, aún así, te animo a que lo intentes porque seguro que los cambios y nuevas actuaciones que adquieras te van a sorprender.
Dra. Elisa UrbanoPsicóloga, sexóloga y Terapeuta